Esta lasagna no tiene nada que envidiarle a la clásica bolognese.
Consejos
Puedes usar espinaca fresca pero para este tipo de recetas prefiero usar la congelada ya que resulta más económica y, a mi juicio, tiene mejor sabor.
Para esta receta usé lasagna lista para hornear. Si vas a usar lasagna que no esté lista para hornear sigue el mismo procedimiento que usas para cocinar pasta pero sólo hierve durante 3 o 4 minutos.
Hacer salsa bechamel toma algo de tiempo. Asegúrate de que cuando vayas a montar la lasagna ya la salsa esté hecha. Yo la hago mientras estoy haciendo el relleno.
Ingredientes
- 1 cebolla mediana picadita
- 6 dientes de ajo picaditos
- 3 libras de espinaca congelada
- 1/2 cucharadita de pique de pizza (opcional)
- 1 cucharada de orégano
- Sal a gusto
- Pimienta a gusto
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 huevo
- Salsa bechamel (receta completa)
- 12 onzas de queso feta, desboronado
- 1 paquete (8 onzas) de lasagna lista para hornear
Procedimiento
A fuego medio, sofríe en aceite de oliva la cebolla hasta que esté traslúcida, alrededor de 5 minutos.
Agrega el ajo y sofríe unos 2 minutos más.
Agrega la espinaca (descongelada), mezcla bien, y agrega alrededor de 1/4 de taza de agua a la sartén.
Cocina hasta que el agua se haya evaporado y retira del fuego.
Agrega el pique, orégano, sal, pimienta y nuez moscada y mezcla bien.
Agrega el huevo y mezcla bien.
Enciende el horno a 375° Fahrenheit.
En lo que el horno se calienta engrasa con aceite de oliva un recipiente grande para hornear.
Coloca una capa de lasagna en el fondo y sobre esto una capa de salsa bechamel. Agrega una capa de queso y sobre esto una capa de espinaca.
Vuelve a colocar una capa de lasagna y repite el procedimiento anterior. Continúa así hasta que hayas agotado los ingredientes y asegurándote de que la superficie de la lasagna sea una capa de salsa y queso.
Lleva al horno durante alrededor de 40 minutos, hasta que el queso se haya dorado bastante.
Espera unos 10 minutos antes de cortar.