Consejos
No es de extrañarse que el mac & cheese esté tan de moda estos días. Además de ser delicioso, es muy fácil de hacer y se pueden hacer mil variaciones. Esta receta usa una bechamel clásica como base para la salsa de queso. Para que quede perfecta déjate llevar por las cantidades que puse en sistema métrico, pero si no tienes báscula déjate llevar por las medidas aproximadas en sistema inglés. Quedará bien de todos modos.
La cebolla le da un toque riquísimo a esta receta y hace que se distinga de otros mac & cheese. Si quieres variar aún más puedes usar distintos quesos. La ventaja de usar una bechamel como base es que le puedes añadir muchísimas cosas.
Ingredientes
- 100 gramos (7 cucharadas aprox.) de mantequilla
- 1 cebolla mediana picadita
- 100 gramos (3/4 taza aprox.) de harina
- 1 litro (4 tazas aprox.) de leche
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada
- 1 cucharadita de mostaza
- 1 libra de queso de papa (cheddar) cortado en pedacitos
- 1 libra de pasta seca (macarrones, coditos u otra pasta corta y hueca)
- Mantequilla y pan rallado (opcional)
Procedimiento
En una olla derrite le mantequilla a fuego medio bajo y cocina la cebolla hasta que esté traslúcida.
Agrega la harina y mezcla todo bien, hasta que se haya hecho una especie de pasta y ya no veas harina seca. Cocina por 1 o 2 minutos pero procura que no se queme la harina. A esta pasta de harina y mantequilla se le conoce como roux.
Agrega un poco de la leche y mezcla bien, hasta que el roux se haya incorporado completamente a la leche. De a poco ve agregando el resto de la leche, asegurándote de mover todo bien después de cada adición. Al principio notarás que la salsa estará muy espesa pero se va haciendo más fluida mientras vayas agregando la leche.
En este momento es buena idea poner a cocinar la pasta. En una olla grande pon a hervir bastante agua, suficiente para cubrir toda la pasta y que sobre espacio. Cuando esté a punto de llegar al hervor ponle sal (aproximadamente 5 cucharadas, debe estar bastante salada) y cuando hierva agrégale la pasta. Cocina hasta que esté al dente, moviendo de vez en cuando para asegurarte de que no se pegue al fondo. No le agregues aceite al agua. Cuando la pasta esté al dente (firme sin estar dura) escúrrela. Si está lista antes que la salsa agrégale un poquito de aceite de oliva o mantequilla para evitar que se pegue.
Mientras se esté cocinando la pasta, continúa haciendo la bechamel. Ya con toda la leche en la olla, continúa cocinando y moviendo con una cuchara de madera hasta que haya espesado.
Cuando la salsa esté espesa sazona con sal, pimienta, nuez moscada y mostaza y agrega el queso de a poco para que se haga más fácil de incorporar.
Cuando ya el queso esté completamente incorporado (y derretido) y la pastá esté cocida, agrega toda la pasta a la salsa y mezcla bien.
Si vas a servir con la capa de pan tostado necesitarás 1/4 de taza de pan rallado y 1 cucharada de mantequilla por cada porción de mac & cheese. Corta la mantequilla en cubitos y ponla encima de una capa fina de pan rallado. Pon en el broiler o el horno tostador y a medida que se vaya derritiendo la mantequilla mezcla todo para asegurarte de que haya mantequilla en todo el pan. Cocina hasta que el pan haya tomado un color dorado. Debes estar muy pendiente ya que se puede quemar muy rápido. Una vez esté listo ponlo encima de cada porción de mac & cheese.