roast beef de pobre

Roast beef de pobre

¿Te ponen mal esos videos de alguien cortando una carne terriblemente jugosa con un rojo hermoso por dentro? A mí sí, el problema es que muchas veces esos cortes que vemos en esos videos son difíciles o imposibles de conseguir en Puerto Rico o son muy caros o grandes.

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Consejos

Esta receta es perfecta para matar ese antojo si uno vive solo o con poca gente y no tiene dinero para uno de esos cortes de lujo. Para lograrlo, recurrimos al lechón de mechar, un corte que tradicionalmente se usa para hacer carne mechada. Este tipo de corte no se suele usar para hornear porque al tener poca grasa queda muy duro. Sin embargo, hay un truco que usamos para lograr una carne tierna. Un beneficio adicional es que el lechón de mechar casi siempre está disponible en el supermercado y casi siempre proviene de ganado local. Rico, barato y con ingredientes del país; todos los requisitos para que un gourmet pelao sea feliz 🙂

Esta es la receta para un lechón de mechar de 1 libra. Si consigues algo más grande o chiquito puedes ajustar las cantidades; usa tu instinto. Recomiendo que tengas un termómetro para carnes. En la receta doy un tiempo que será suficiente para que no quede cruda, pero esto depende del tamaño del pedazo de carne. Recuerda que el termómetro se usa pinchando la carne en su punto más grueso.

Ingredientes

  • Leche
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de tomillo, romero o la yerbita que prefieras
  • Sal
  • Pimienta

Procedimiento

Cubre la carne con la leche que sea necesaria y deja reposar una hora. Para que no tengas que usar tanta leche trata de usar un recipiente bastante pequeño , como por ejemplo, una bolsa ziploc.

Cuando haya pasado una hora, saca la carne, enjuágala y sécala.

Machaca el ajo en un pilón y añade el aceite y la(s) yerba(s).

Salpimenta la carne bien por todas partes, ponle la mezcla de ajo, aceite y yerbas y úntasela bien. Deja reposar por media hora.

Pon en el horno a 375° por 20 minutos en un molde sin tapa. Baja el horno a 325° y cocina unos 25 minutos más o hasta que la temperatura interna de la carne fluctúe entre 140° y 145° (para término medio). Si te gusta un poco menos hecha, sácala cuando el termómetro marque entre 135° y 140°, o si te gusta bien hecha, deja que llegue entre 145° y 150°.

Antes de cortar deja reposar unos 10 minutos.