Consejos
A menudo pensamos que los mariscos son una comida carísima, pero este no es siempre el caso. Hoy día se consiguen varios mariscos congelados de calidad bastante buena y a buen precio. Tal es el caso de los mejillones. Claro, nada supera comer mariscos frescos, pero si no los conseguimos o no tenemos el presupuesto, los congelados pueden ser una grata sorpresa. Además, lo que tan caro la gente paga en los restaurantes es muchas veces tan congelado como lo que conseguimos en la tienda.
Para esta receta uso mejillones congelados y previamente cocidos. Si vas a usar mejillones frescos y vivos, asegúrate de limpiarlos bien y de cocinarlos antes de agregarlos a la receta para asegurarte de que ninguno esté muerto. Para esto, cocínalos en un poco de agua hirviendo hasta que se abran. Los que no se abran están muertos y deberás tirarlos ya que no son aptos para consumo.
No uses un vino que no te tomarías para esta receta. Como lleva poca cantidad y se acompaña tan bien de vino blanco, recomiendo que uses el mismo vino que te tomarás.
Debido a que los mariscos ya contienen sal no le agrego sal a esta receta, pero si te parece que necesitan un poco le puedes agregar.
Estos mejillones se pueden comer solos pero son particularmente ricos con pan .
Ingredientes
- 2 libras de mejillones
- 2 tomates medianos picados
- 1 cebolla pequeña picadita
- 2 dientes de ajo picaditos
- 1 puñado pequeño de perejil picadito
- 1/3 de taza de agua
- 1/3 de taza de vino blanco seco
- Sal (opcional)
Procedimiento
En una sartén a fuego medio, sofríe la cebolla en aceite de oliva hasta que esté traslúcida.
Agrega el ajo y el tomate y cocina durante unos 5 minutos.
Agrega el perejil y el agua y mezcla todo bien. Si vas a usar sal agrégala ahora.
Agrega los mejillones y cocina a fuego bajo durante 5 minutos.
Agrega el vino y cocina unos 2 o 3 minutos.